sábado, 9 de junio de 2012

Onomástica japonesa



La onomástica es una rama de la lexicografía que estudia los nombres propios.

Un nombre japonés moderno (人名 Jinmei?) se compone solo de un nombre de familia o apellido, seguido por un nombre propio. Tal como en el chino, coreano, vietnamita y tailandés, sigue el patrón utilizado en el sistema de nombres personales del Asia oriental.

El segundo nombre no se emplea en Japón, al menos no en el sentido occidental, donde se diferencia claramente del nombre propio. Tras el nombre, se pueden emplear títulos como -san (さん san?), similar a "señor" o "señora", o -sensei (先生 sensei?), similar a "doctor" o "profesor".

Los nombres japoneses se escriben en kanji. El kanji de un nombre puede contar con varias alternativas de pronunciación. Es el Gobierno japonés quien determina los kanji que pueden emplearse en los nombres. Para tal efecto, existe una lista con los caracteres aceptados, denominados jinmeiyō kanji (人名用漢字?).

Entre los apellidos comunes en el Japón se encuentran Sato (佐藤 Satō?), Kato (加藤 Katō?), Suzuki (鈴木?) y Takahashi (高橋?). De acuerdo con estimaciones, existen alrededor de 100.000 apellidos diferentes que se usan en el Japón actualmente. La frecuencia de uso de los apellidos diverge de región en región; por ejemplo, en Okinawa son frecuentes los apellidos Tamagusuku (玉城?), Higa (比嘉?) y Shimabukuro (島袋?), lo que no ocurre en otras partes del Japón. Muchos apellidos japoneses se derivan de características del paisaje rural; por ejemplo, Ishikawa (石川?) significa "río pedregoso", Yamamoto (山本?) significa "la base de la montaña" e Inoue (井上?) significa "sobre el pozo". Si bien los kanji que componen un apellido pueden tener un significado, lo común es que ellos no se traduzcan.

Los cinco apellidos más comunes en Japón son:
1. 佐藤 Satō
2. 鈴木 Suzuki
3. 高橋 Takahashi
4. 田中 Tanaka
5. 渡辺 Watanabe

Los nombres propios cuentan con una mayor diversidad en la pronunciación y el uso de caracteres. Los nombres masculinos generalmente terminan en -rō (郎 "hijo", aunque también 朗 "claro, brillante") o -ta (太 "grande, robusto"), o contienen ichi (一 "primer (hijo)", también 市 "mercado, ciudad"), kazu (también escrito con 一 ("primer (hijo"), junto a varios otros caracteres posibles), ji (二 "segundo (hijo)" o 次 "siguiente") o dai (大 "grande"); mientras que los nombres femeninos generalmente terminan en -ko (子 "hijo") o -mi (美 "belleza"). Desde 1980, la popularidad de los nombres femeninos terminados en -ko ha decaído de manera drástica para las recién nacidas e incluso algunas mujeres adultas eliminan el -ko de sus nombres. Otros ideogramas populares para finalizar nombres femeninos son -ka (香 "esencia, perfume" o -hana 花 / 華 "flor", etc.) y -na (奈 o 菜, que significa vegetales).

Respecto a cómo están compuestos, los nombres japoneses son más simples que los de otras culturas. Tanto japoneses como japonesas tienen un apellido y un nombre propio; a excepción de la familia imperial, cuyos miembros no tienen apellido. El nombre propio en japonés se denomina namae (名前 なまえ?) o shita no namae (下の名前 したのなまえ?). El apellido se denomina myōji (苗字, 名字 みょうじ?). Al escribir en japonés, el apellido precede al nombre propio. Hay un número reducido de nombres que se pueden utilizar ya sea como apellidos o nombres propios; por ejemplo, Kaneko (金子 かねこ?) o Masuko (益子 ますこ?). Sin embargo, para quienes están familiarizados con los nombres japoneses, resulta bastante evidente cuál es el apellido y cuál es el nombre propio, sin importar en qué orden se presentan.

Un nombre escrito en kanji puede tener más de una pronunciación, pero solo una de ellas es correcta para un individuo determinado. De manera inversa, un nombre se puede representar con muchísimos kanji y, nuevamente, solo una de estas representaciones es correcta para un individuo en particular. Por ejemplo, el kanji 一, cuando se usa en nombres propios masculinos, se emplea como la forma escrita de Hajime, Ichi, Kazu, Hitoshi y otros más. El nombre Hajime se puede escribir también con los kanji 始, 治, 初 y muchos otros. Esta relación "muchos a muchos" entre la manera en que se pronuncia un nombre y la manera en que se escribe es más frecuente en los nombres propios masculinos que en los apellidos y los nombres propios femeninos, pero hay casos en todos ellos. Esto hace que ordenar, pronunciar y transliterar los nombres japoneses sea algo bastante difícil. Por este motivo, los formularios y documentos siempre cuentan con espacios (llamados furigana) para escribir la pronunciación del nombre, por lo general en katakana.

Es el Gobierno japonés el encargado de normalizar el uso de kanji en los nombres. Hasta octubre de 2004, existen oficialmente 2.232 "kanji para nombres" (denominados 人名用漢字, jinmeiyō kanji en rōmaji) que se emplean en los nombres propios y el gobierno planea agregar 578 kanji a la lista en el futuro. Esta sería la modificación más significativa desde la Segunda Guerra Mundial. Solo los kanji que figuran en la lista oficial se pueden emplear en los nombres propios. Esta medida es para asegurar que las personas que dominan el idioma japonés puedan leer y escribir los caracteres. Hay medidas que también controlan nombres que se consideran poco adecuados; por ejemplo, en 1993 se le prohibió a una pareja dar a su hijo el nombre de Akuma (que significa "demonio", 悪魔 en kanji).

En tiempos antiguos, los habitantes del Japón eran considerados propiedad del emperador y su apellido reflejaba la tarea que desempeñaban en el gobierno; un ejemplo de esto es el apellido Otomo (王供 en kanji, おおとも en hiragana). Muchos apellidos fueron derivados de sus equivalentes chinos y coreanos. Ejemplos de esto son Kaneshiro (金城) y Chan, respectivamente.

Hasta la Restauración Meiji, la gente común del Japón (aquellos que no eran parte de la aristocracia o de la clase militar) no tenía apellido y empleaban sustitutos (por ejemplo, su lugar de nacimiento) en caso de requerirle. Por ejemplo, si Ichirō nació en Asahi mura (en la villa Asahi) en la provincia de Musashi, se le llamaría "Ichirō de Asahi-mura en Musashi". En el caso de los comerciantes, recibían el nombre de sus tiendas: Si Denbei fuese el propietario de la tienda Sagamiya, le llamarían Sagamiya Denbei. Los granjeros empleaban un sistema patronímico. Por ejemplo, si Fujida fuese hijo de Doiji, se le llamaría "Fujida, hijo de Doiji"). Tras la restauración Meiji, el gobierno ordenó que todos los plebeyos agregaran apellidos a sus nombres propios: mucha gente adoptó apellidos históricos, mientras otros los crearon por su cuenta o solicitaron a un sabio local que les creara uno. Esto explica, parcialmente, la gran cantidad de apellidos en Japón, así como la gran variedad de pronunciaciones.

Durante la época en que los matrimonios acostumbraban tener muchos hijos, una práctica habitual era dar a los hijos un nombre con un numeral seguido por el ideograma rō (郎, "hijo"). Así, el primer hijo se llamaría "Ichirō", el segundo sería "Jirō"" y así sucesivamente. Las hijas generalmente recibían nombres con el sufijo ko (子, "niña"); esto no debe confundirse con el sufijo masculino hiko (彦), que es menos frecuente. Ambas costumbres se han vuelto menos frecuentes, aunque aún hay niños cuyos nombres siguen los patrones antes mencionados.

En las familias, los miembros más jóvenes por lo general se dirigen a sus mayores empleando un título en lugar de sus nombres, e.g. okāsan ("madre") u onīsan ("hermano mayor"). Los miembros de mayor edad de una familia se refieren a los más jóvenes empleando sus nombres propios. Fuera del núcleo familiar, la gente se dirige entre sí usando el apellido (村田さん Murata-san), por jerarquía (e.g. 先生 sensei, "profesor") o una combinación de ambas (村田先生 Murata-sensei). Los nombres propios se emplean cuando se hace referencia a amigos adultos o a niños. Ya sea en el japonés hablado o escrito, los nombres comúnmente van acompañados de algún sufijo honorífico, ya sea este un título (先生 sensei) o un honorífico más general, como -san (さん), -kun (くん、君) o -chan (ちゃん).

Los títulos honoríficos no se emplean cuando se hace referencia a alguien del "grupo cercano" con alguien de un "grupo lejano". Por ejemplo, un empleado, si habla a un visitante o cliente de otra compañía, hablaría de su superior directo o del mismísimo presidente de la compañía sin necesidad de emplear algún título honorífico. En el vínculo entre una esposa y su esposo, los honoríficos pueden dejarse de lado. Algunas personas, especialmente los niños, pueden ser llamados por una versión abreviada de su nombre, agregando por lo general sokuon (un tsu pequeño) y un honorífico como chan. Por ejemplo, Satchan para Sachiko, Akki para Akihito, Takkun para Takuya, Katchan para Kazuya y así sucesivamente.

Por lo general, los japoneses evitan referirse a otros por su nombre, por lo que se valen del uso de títulos. Tal como se mencionó antes, dos instancias que reflejan esto son el uso de sensei (先生) y otros términos relacionados. Senpai (先輩, "quien nos precede"), de manera similar, reemplaza frecuentemente el uso de un nombre, en especial en situaciones sociales que van desde la escuela primaria hasta en el lugar de trabajo. En el diario vivir, el lugar de trabajo y en los medios de comunicación masiva existen más ejemplos acerca de personas empleando títulos similares para referirse a otra persona, como: kachō, buchō, torishimari, senmu (専務), shachō (社長), tōdori, kyōdō, gakubuchō (títulos jerárquicos en empresas y escuelas), senshu, tōshu, kantoku, sekitori (títulos empleados para quienes practican deportes) y un gran listado de otras palabras que se emplean en lugar de un nombre.

Si bien familiares, esposos y amantes a veces se llaman por su nombre propio, su uso es poco frecuente, incluso entre amigos cercanos; la mayor parte de las personas se llama entre sí empleando el apellido más el título -san (Tanaka-san). Una excepción a ello son las niñas en edad escolar, que por lo general se llaman entre sí empleando el nombre propio más el título diminutivo -chan. Incluso dentro de la propia familia, hay una marcada tendencia a evitar el uso de nombres en favor de títulos como "hermano mayor"(Oniisan), "hermana mayor"(oneechan), "hermana menor" (imōto) y similares. Es común que algunas personas, especialmente personas de edad avanzada, no estén seguras del nombre propio de sus amistades.

El sufijo -san (さん), que equivale a "señora", "señor" y "señorita"; es la manera acostumbrada de dirigirse a una persona por su nombre. Este sufijo se emplea tanto en nombres propios como en apellidos y su no uso se conoce como 呼び捨て (yobisute, cuyo significado literal es "desechar el nombre") y puede ser considerada como una gran descortesía, de acuerdo a la jerarquía de la persona a la que se dirige. El equivalente formal de -san es 様 (-sama) y el diminutivo afectuoso equivalente es ちゃん (-chan). Con los chicos y hombres jóvenes se emplea -kun (くん、君).

En el idioma japonés, es frecuente que se formen abreviaturas concatenando las primeras moras de dos o más palabras. Esta costumbre en ocasiones se emplea con nombres, especialmente con los de personajes famosos. Por ejemplo, Takuya Kimura (木村 拓哉, Kimura Takuya), un famoso actor y cantante, se convierte en Kimutaku (キムタク). Hay nombres de personajes extranjeros a los que también se aplica esta costumbre: Brad Pitt, cuyo nombre transliterado al japonés es Buraddo Pitto (ブラッド ピット), es generalmente conocido como Burapi (ブラピ); Jimi Hendrix, cuya abreviatura es Jimihen (ジミヘン). Algunos personajes japoneses cuentan con nombres que combinan kanji, katakana y hiragana, como Beat Takeshi, Marcy (Masashi Tashiro) y Martin (Masayuki Suzuki).

la obtención de la ciudadanía japonesa requiere del uso de un nombre japonés. En las últimas décadas, el gobierno ha permitido a algunos individuos el adoptar simplemente versiones en katakana de sus nombres cuando postulan a la ciudadanía: Martti Turunen, quien se convirtió en Tsurunen Marutei (ツルネン マルテイ) es un ejemplo famoso. Otras personas escogen emplear kanji que asemejan fonéticamente a su nombre original; un ejemplo de ello es David Aldwinckle, quien se convirtió en Arudou Debito (有道出人). Incluso hay quienes decidieron adoptar nombres japoneses tradicionales, como Lafcadio Hearn, quien empleaba el nombre Koizumi Yakumo (小泉 八雲). En aquella época, para obtener la ciudadanía japonesa, se requería ser adoptado por una familia japonesa (en el caso de Hearn, la de su esposa) y tomar su apellido.

En ocasiones, chinos y coreanos que viven en Japón deben cambiar los kanji que componen sus nombres si desean obtener la ciudadanía, dadas las normativas que existen respecto a los caracteres permitidos para uso en nombres.

Aquellos individuos nacidos en el extranjero, con un nombre occidental y apellido japonés, reciben un nombre en katakana y escrito de manera occidental cuando se hace referencia a ellos en idioma japonés. Por ejemplo, Eric Shinseki es mencionado como エリック シンセキ (Erikku Shinseki).

Desde 2001, existe una restricción en el uso del carácter "v" en el nombre de una persona, a menos que uno de sus padres sea de origen extranjero. El katakana más cercano al carácter "v" es ヴ, que puede ser transliterado como "v" o "b". Esto afecta la entrega del pasaporte japonés o de cualquier otro documento en que se entregue una versión en romaji del nombre; pues la letra v es reeemplazada por b. Esto afecta nombres como Víctor, que sería transliterado como Bikutoru.

Por motivos históricos, tanto el emperador japonés como el príncipe heredero no tienen apellidos, solo un nombre propio como Hirohito (裕仁), cuyo uso es poco frecuente en Japón: los japoneses prefieren hablar de "El Emperador" o "El príncipe heredero", de manera respetuosa y como una medida de educación.

Cuando hay un nacimiento en la familia imperial, el recién nacido recibe un nombre propio común así como un apellido imperial. Por ejemplo, Akihito recibió el nombre Tsugo-no-miya Akihito y le llamaban "principe Tsugo" en su infancia. El apellido imperial se emplea hasta que el individuo se convierte en heredero al trono o hereda uno de los nombres históricos de los príncipes (常陸 Hitachi, 三笠 Mikasa, 秋篠 Akishino, etc.).

Muchos de los miembros de la extensa familia imperial se convirtieron en ciudadanos comunes y corrientes después de la Segunda Guerra Mundial y adoptaron sus apellidos imperiales como apellidos regulares. Un ejemplo de esto es Asaka Yasuhiko.

Actores y actrices, tanto del drama occidental como japonés; comediantes; luchadores de sumo y cultores de las artes tradicionales emplean comúnmente nombres profesionales. Los actores de kabuki emplean alguno de los apellidos tradicionales, como Nakamura (中村), Bandō u Onoe.











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