Dentro de la mitología japonesa, el episodio de la “creación de los dioses” (神産み Kamiumi?) ocurre posterior al nacimiento de las islas de Japón (mito de la creación de Japón) y se refiere al nacimiento de lasdeidades hijas de Izanagi e Izanami.
Según el Kojiki, de la relación de Izanagi e Izanami nacieron diversos dioses, hasta que la deidad del fuego Kagutsuchi al momento de nacer le quemó los genitales de Izanami y la hirió de muerte. Izanagi, al ver morir a su amada esposa y preso de la rabia, tomó una espada de diez palmos y asesinó a Kagutsuchi despedazándolo (de la sangre y de los restos de Kagutsuchi también nacen otra variedad de dioses). Posteriormente, Izanagi fue al país de Yomi (el mundo de los muertos) a buscar a Izanami; no obstante cuando la encontró se había convertido en un cadáver putrefacto y de sus partes surgieron otros dioses, provocando la huida de Izanagi al mundo de los vivos. Luego, Izanagi procedió a realizar el misogi (ceremonia sintoísta de purificación) y al hacerlo nacieron otra cantidad variada de dioses. En este último nacieron los tres dioses más importantes del sintoísmo: Amaterasu, diosa del sol; Tsukuyomi, deidad de la luna; y Susanoo, dios del mar; y les encargó a éstos el control del mundo.
Luego de haberse creado el País de las Ocho Grandes Islas y otras más, Izanagi e Izanami decidieron dar a luz a otros dioses, entre estos los dioses del viento, de los árboles y praderas; todos estos de manera espontánea.
Luego de la agonía, Izanami murió. En ese momento Izanagi se arrastró gimiendo alrededor del cadáver y lloró su muerte, de sus lágrimas nace Nakisawame (泣沢女神?).
Posteriormente, Izanagi da sepultura a Izanami en el monte Hiba, en los confines del país de Izumo (actual ciudad de Yasugi, prefectura de Shimane). La tristeza de Izanagi se convirtió en rabia y decidió asesinar a Kagutsuchi usando una espada de diez palmos llamado Ame-no-ohabari (天之尾羽張? también conocido como Itsu-no-ohabari) dando lugar a mas dioses.
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